Cuando un abogado está en la red tiene que plantearse cuál es su marca personal. Conseguir un equilibrio como profesional y como empresa.
No hay que olvidar que un despacho de abogados es una empresa, y como tal debe estar gestionado internamente y externamente.
Parece obvio que un abogado debe demostrar en la red su conocimiento de la profesión. Lo que nos lleva a plantear como primera pregunta ¿qué quiero comunicar?
Si la respuesta es un conocimiento amplio de la especialidad desarrollada, deberá compartir y debatir en foros profesionales sobre aplicación de las leyes y explicación de las sentencias más importantes de su especialidad a la realidad jurídica.
Para ello las redes sociales más útiles serán twitter y linkedin, donde los profesionales del sector tienen mayor presencia y donde se producen debates de interés.
Pero ¡ojo! No se trata de apabullar con contenidos jurídicos para demostrar que es quien más sabe del tema… todo lo contrario, la presencia en las redes sociales de los profesionales del derecho debe ser una presencia colaborativa.
Como objetivo general de la presencia en redes sociales se debe tener la de ser referente de la especialidad, compartiendo recursos, ayudando a compañeros, creando una red de contactos que abarque a todos los profesionales de la especialidad ya sean otros abogados, procuradores, notarios, registradores, medios de comunicación especializados… de manera que nuestra presencia no pase desapercibida y obtengamos seguidores de calidad, aunque esto suponga menos cantidad.
Ahora bien como despacho de abogados, es decir, marca de empresa la estrategia es totalmente diferente.
Habrá que preguntarse ¿Qué quiero conseguir con mi presencia en la red? La respuesta está clara ¡CLIENTES!
Así es, y no hay que desviarse de ese objetivo. Como despacho de abogados no estamos en las redes sociales para comentar sentencias, entrar en discusiones con compañeros sobre temas estrictamente profesionales como puede ser el turno de oficio o los problemas con las novedades en el ejercicio de la profesión.
Hay que olvidarse de los temas internos de la profesión para ofrecer una imagen cercana con un lenguaje accesible y con el objetivo de generar confianza en nuevos clientes y/o fidelizar a los que ya tenemos.
Las redes sociales más útiles serán facebook, twitter, google plus y páginas de linkedin.
¿Veis la diferencia con la marca personal? Exactamente… estas redes sociales nos servirán para dar a conocer nuestros servicios, como los realizamos, las ventajas de confiar en nuestro despacho de abogados y no en la competencia.
Nos proporcionará posicionamiento de marca y permitirá realizar campañas de publicidad con baja inversión pero con gran rentabilidad, al podernos dirigir a públicos segmentados por edad, geografía, intereses…
Y porqué ¿posicionamiento de marca? Muy sencillo, los clientes para encontrar despachos de abogado realizan búsquedas en google.
Los primeros tres resultados son de pago, pero el objetivo es estar en la primera página con el contenido que generas de forma orgánica, será más fácil que se pongan en contacto contigo.
Sin olvidar que cada vez más las búsquedas se realizan a través de dispositivos móviles.
Por ello la comunicación en las redes como empresa, deberá centrarse fundamentalmente en crear contenidos accesibles a personas que no son juristas, geolocalizar las acciones de publicidad, y sobre todo generar conversación con los seguidores.
Definidas las diferentes estrategias de comunicación como marca personal o como empresa… plantéate si para la gestión de la comunicación de tu despacho de abogados la mejor opción puede ser la contratación de profesionales familiarizados con el mundo jurídico, capaces de convertir tus contenidos profesionales en contenidos de interés para el público en general.
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