Cuando pensamos porque nuestra web no atrae clientes, debemos plantearnos si hemos aplicado una estrategia de inbound marketing… por eso te contamos lo que debes saber.
Inbound Marketing: es esa combinación de recursos comunicativos que tan eficaces y consolidados resultados llevan dando a lo largo de los últimos años.
En resumidas cuentas, el Inbound marketing es un conjunto de herramientas que persigue un objetivo claro a través de una original estrategia: atraer al potencial cliente hasta nuestra marca de una manera poco o nada intrusiva.
Es decir, que es el usuario el que se acerca a nosotros, el que entra en nuestra web y se interesa por nuestros contenidos.
Esta dinámica difiere de forma notable de los métodos publicitarios tradicionales, en los que eran las firmas las que apelaban al consumidor directa y descaradamente.
En la actualidad, si deseamos que nuestra empresa logre posicionarse en el abarrotado mercado online, es imperativo que el Inbound Marketing forme parte sustancial de cada una de las acciones que llevemos a cabo en el entorno digital.
La empatía como recurso fundamental de toda estrategia Inbound
Para conseguir que el público objetivo de nuestra marca se interese por nosotros es imprescindible que nos pongamos en su lugar.
Ser empáticos durante los encuentros en persona o cuando mantenemos una conversación (vía telefónica o vía mail) ya no es suficiente para ganarse la confianza del cliente.
Hemos de ser capaces de anticiparnos a las necesidades, inquietudes y deseos de los usuarios si deseamos desmarcarnos de la competencia.
Para ello, recurrir a las herramientas que el Inbound Marketing pone a nuestra disposición es la mejor manera de alcanzar los objetivos propuestos.
Con esta idea en mente, el primer paso en nuestro camino hacia el éxito digital está claro: hemos de realizar un exhaustivo análisis del mercado en el que se inscribe nuestra actividad.
Solo de este modo lograremos llegar a discernir qué es lo que realmente importa a nuestro target, cuáles son sus verdaderos intereses y cuál su dinámica de consumo.
Así, con nuestro público objetivo detallado y segmentado, estaremos en disposición de elaborar los mensajes que mejor se adecuen a sus inquietudes, así como de programar de manera correcta los tiempos y elegir los medios más propicios para la difusión de dichos contenidos ‘personalizados’.
Dentro del proceso Inbound Marketing
A partir de aquí, y con el plan de marketing bien trazado ya operando a modo de guía, los resultados no deberían tardar mucho en comenzar a notarse: nuestra web irá escalando puestos en cuanto a posicionamiento web profesional se refiere, el tráfico de nuestro blog aumentará y, con él, el número de suscriptores y de ventas.
No obstante, y aunque estos cambios ya son por sí solos motivo de celebración, el trabajo duro no ha hecho más que empezar: en adelante deberemos ser muy minuciosos de cara, sobre todo, a cuidar como es debido a nuestros clientes.
Una vez hayamos logrado captar su atención para que nos conozcan, hemos de conseguir que pasen cada vez más tiempo con nosotros.
Es decir, que deberemos continuar proveyéndoles de contenidos y material valioso para que, de nuestra mano, sigan evolucionando a lo largo del proceso de inboud marketing Inbound.
Una vez hayamos conseguido transformar a nuestros leads en ventas reales, nuestra siguiente meta será convertirlos en prescriptores de nuestra marca:
1.- además de interactuar con ellos para realizar nuevas compras o adquisiciones
2.- tenemos que continuar enamorándolos con una eficaz estrategia de contenidos digitales.
Solo así lograremos, además de perpetuar su fidelidad, que nuestros clientes se conviertan en los mejores embajadores de nuestra marca.
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